Estamos preocupados por la educación y no es para menos. La educación de hoy ha perdido su valor social y por supuesto su valor humano. Es indiscutible que de la misma forma que el conjunto de la sociedad está siendo afectada por los cambios continuos producidos por las tecnologías de la información y de las telecomunicaciones, también la educación ha sufrido cambios en su concepción y en su desarrollo.
La educación ha seguido el mandato de una narrativa que tiene en la escuela la principal propagadora de un público creado a imagen y semejanza del aprendizaje imitando el estilo de la producción en línea de la era industrial, y cuyo modelo perdura hasta hoy. El aprendizaje está centrado en la relación entre el sujeto de aprendizaje y el medio social, objetivo y fin de la educación.
La introducción de las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones en la actividad humana ha tenido un impacto en la educación. El internet es una herramienta que ha facilitado la creación de un entorno de interacción electrónico en el ciberespacio. Una realidad que está transformando desde el comercio hasta la educación.
En esta gran “revolución” global, el conocimiento se ha convertido en el factor de crecimiento y de progreso más importante, y la educación en el proceso más crítico para asegurar “el desarrollo de sociedades dinámicas con capacidad de responder al nuevo entorno y de construir el futuro”, nos dicen.
De igual manera los artífices de la construcción de la “sociedad global internacional” pretenden que la educación tenga como objetivo la formación de un público que se adapte y cumpla con los fundamentos y objetivos que elaboran esos dueños de la información y del conocimiento y que los convertirán en los nuevos esclavos.Y para ello ya están aprovechando la oportunidad de la pandemia para lanzar sus iniciativas al aprobar como útil y deseable el aprendizaje en línea porque para el Sr Bill Gates los niños son como minas para extraer data.
Esta idea avanza tan de prisa que para el Sr Gates los indicadores para este nuevo aprendizaje en linea consisten en promover la asistencia, la participación en la escuela de los niños, y utilizando marcadores de tests en matemáticas y lectura ya que estos datos son fácilmente cuantificables y extraibles. Esta interferencia en la educación, de los filántropos ahora metidos a educadores, es la condición que nos preparan para la nueva narrativa de la educación.Ni qué decir de lo terrible que supondrá la evolución hacia un aprendizaje en línea en vez de un aprendizaje presencial y esto no es porque las tecnologías no sean una herramienta que ayudan a desarrollar las facultades de los aprendices ,sino porque el que posee las tecnologías , es decir, los dueños de las tecnologías serán los que determinen qué y qué no es lo que los futuros educandos tienen que saber. Enseñar a distancia y controlar el aprendizaje es lo ideal, pero podemos evitarlo si somos capaces de sembrar un futuro diferente profundizando en las democracias, reclamando lo que es Común, regenerando la tierra como miembros de una única familia que somos, rica en diversidad y libertad, Una en nuestra unidad e interconectividad. Ese es e futuro por el que debemos luchar porque es lo saludable y porque es lo que debemos reivindicar.