El asalto a nuestra condición humana, a nuestra racionalidad por parte de los que detectan el supremacismo globalizador ideológico, moral. politico, cultural-educativo y económico está yendo cada vez más rápido y más a las claras. ¿Quiénes son los que detectan ese supremacismo? Pues son los dueños del poder. ¿Quiénes son los dueños del poder?Pongan ustedes nombres , empiecen por las multinacionales, las grandes compañias de tecnologías digitales, los filántropos, las corporaciones financieras, los organismos internacionales, las Fundaciones,, los estados supranacionales y en menor escala los demás estados.¿Dónde quedan los ciudadanos? a merced de las anteriores corporaciones financieras, multinacionales, organismos supraestatales, tecnológicas, fundaciones, iglesias, mercaderes, ..en resumen los ciudadanos son el comodín de los grandes poderes.
Lo que nos transmiten los dueños del poder es miedo, sumisión, abandono de todos nuestros derechos conquistados, entrega “voluntaria” de las libertades civiles a cambio de una sumisión y reconocimiento del poder en clave de sumisión al trabajo asalariado, a las enfermedades o viruses,a las vacunas, a la deshumanización creciente por el desmantelamiento de tod@s nuestros códigos sociales, morales, intelectuales, afectivos, politicos, sanitarios educativos y culturales. En el fondo no es más que un asalto a nuestro ADN sin ningún pudor ni temor a la resistencia.
Los ciudadanos no estamos para asistir a nuestro entierro como especie, ni estamos para abandonar la experiencia y conocimiento acumulado durante millones de años. Los ciudadanos, los individuos no estamos en el ultimo escalafón de una pirámide que se mide por un desmedido poder, amoralidad e inmoralidad y una avaricia ilimitada. Los ciudadanos estamos al principio de una revolución que desde nuestra condición de humanos agitamos con inconformismo, desobediencia y resistencia.Sin embargo nuestro inconformismo, nuestra resistencia no hace demasiado ruido como para incomodar a los dueños el poder, ni tan siquiera para causarles preocupación. Nos falta más presencia y ruido.Tenemos lo que ellos no tienen que es la decisión y determinación y rebeldía de no ceder ante los halagos y temeridades que nos proponen los dueños del poder, pero no actuamos en conformidad. La batalla ciudadana/ colectiva se tiene que dar como si nos estuvieran quitando la VIDA, como si estuvieran encapsulando nuestro mente e inteligencia humana. La revolución es inevitable pero no deberemos dejarla a los dueños del poder para que la hagan ellos como la quieren hacer. La haremos nosotros. Defender nuestro humanidad está en el principio de cualquier sobreviviente. El hombre ha sobrevivido a mayores catástrofes y esta no será la última.Pero es necesario que aportemos lo mejor de nosotros para salvar nuestra identidad, para recuperar la vida y para desarrollar nuestra cooperación colectiva y comunitaria. Solo en esa medida de ajustar comúnmente nuestra identidad como humanos ganaremos la posibilidad de derrotar a los malos, a los malditos que quieren arrebatar con el asalto a la racionalidad la razón de nuestra consciencia inteligente y única. Seguimos abriendo el espacio de entendimiento para una oposición firme contra quienes intentan gobernarnos desde el pronosticado motor de desarrollo mercantilista de la ciencia y la tecnología y no desde el humanismo de la ciencia y tecnología para la liberación.